La
humildad de una persona es que tenga conciencia de sus fortalezas y
debilidades, que impide creerse superior a los demás.
Las
personas humildes no se sobreestiman, ni maltratan a los demás por lo social,
económico, educativo. Respetan a las personas.
La
humildad es una condición importante para aprender cosas nuevas, y
superarnos permanentemente en todos los
aspectos de la vida, ya que gracias a la humildad nos damos cuenta de que
sabemos poco en el océano del conocimiento, y tenemos que seguir aprendiendo
hasta el último segundo de nuestra existencia. Esta conciencia de nuestras
limitaciones nos aleja de la soberbia y la vanidad. La soberbia es practicada
por las personas que piensan solo en sí
mismos y se creen los superiores a los demás.
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