Los
emprendedores peruanos, queremos un Estado promotor del espíritu emprendedor, para desarrollarnos adecuadamente en el mundo
empresarial y contribuir con el desarrollo económico y social del Perú.
Estamos viviendo un cambio de época, un cambio veloz de paradigmas. Y si bien todo
cambio suele generar incomodidad, sensación de inseguridad y hasta cierto
temor, estos cambios bien manejados
pueden ser una gran oportunidad.
El
emprendedor peruano, es un ciudadano que
con su manera particular de ver y de estar en el mundo aprovecha las oportunidades
y enfrente los retos de la globalización
y la sociedad del conocimiento. Un ciudadano que ha estado presente en toda la
historia pero que aparece hoy con más frecuencia con su capacidad de
transformar la crisis en oportunidad, la necesidad en motor de búsqueda y la
incomodidad en invento de mejores formas de vida. Un ciudadano que concentra en
sí las más valiosas características de la humanidad: libertad, optimismo,
iniciativa, creatividad, audacia, ética, trascendencia y responsabilidad
social. Este ciudadano del siglo XXI, que ha sido identificado y estudiado
primero por economistas y administradores, pero que aparece en todos los
ámbitos de la vida social, es el emprendedor.
El emprendedor en el Perú quiere ser ante todo
ciudadano libre con derechos y responsabilidades, y reclama que las leyes e
instituciones estatales, además de ser iguales para todos, estén orientadas a
brindar apoyo, asistencia, incentivos, garantías y seguridad a su favor para
que pueda ejercer su libertad y su creatividad, y ser así plenamente ciudadano
al servicio del país.
El desarrollo del emprendedor requiere de un Estado que asuma y
promueva el espíritu emprendedor, y que le brinde las condiciones y oportunidades
de construir su propio desarrollo, sobre todo en salud, seguridad, justicia y
educación.